Arte y tecnología en los años setenta en Venezuela
Por Susana Benko.
La relación entre el arte y la tecnología no es nueva. Ha existido a lo largo del arte occidental, con variaciones entre un momento histórico y otro. A medida que el artista ha ido necesitando nuevos recursos para resolver situaciones, ha ido innovando en la tecnología a aplicar.
La década de los setenta en Venezuela fue un período de experimentación en el arte. Se utilizaron medios inusuales con criterio conceptual, tales como la proyección de diapositivas y la fotocopia. A ello se suma la fotografía “instantánea”, conocida con el apelativo “Polaroid”, que, en realidad, es el nombre de la marca de un tipo de cámara fotográfica. En muchos momentos, se usaron para tomar fotografías a artistas que realizaban un performance y registrar así las diversas secuencias de su acción. A diferencia de las imágenes digitales de hoy, que permiten multiplicar las impresiones fotográficas al infinito, con las Polaroid solo se podía sacar una sola impresión en papel, por lo que el acontecimiento registrado en esa fotografía es único e irrepetible.
La fotografía, vista en su acepción y uso más amplio, asumió funciones que antes realizaban los pintores y los ilustradores del siglo XIX. Es el primer recurso tecnológico aplicado al arte desde la época moderna. A diferencia de las imágenes hechas con las “Polaroid”, la fotografía permite reproducirlas en serie, motivo por el cual es un recurso muy utilizado en el arte contemporáneo. Los artistas conceptuales, por ejemplo, la han utilizado para registrar sus acciones efímeras, tanto las corporales como las intervenciones urbanas o en el paisaje natural.
Visto de este modo, la imagen fotográfica puede concebirse como una propuesta artística. Algunos artistas y fotógrafos mantienen la imagen original; otros la manipulan para crear ámbitos ficticios sea alterando negativos u bien apelando a otros recursos formales, como la repetición, el collage, e incluso, la incorporación de escrituras, como posibles portadores de significados adicionales.
Las búsquedas experimentales de los artistas de entonces incentivaron la aparición de nuevas alternativas para trabajar la imagen. Se hicieron interesantes experiencias con la holografía, una modalidad avanzada de fotografía que consiste en crear imágenes tridimensionales por medio de la luz, y, por supuesto, el video o videoarte, como mejor se le identifica. Todo derivó en nuevos formatos artísticos como los “video-performances”, que permitieron crear estos nuevos “lenguajes de acción”, llamados así posteriormente. Estos videos registraron acciones en vivo de carácter efímero, algunos con sonido y movimiento incorporados, de acciones pasadas que podemos visualizar hoy.
Son muchos los pioneros que utilizaron la tecnología en sus diversas modalidades para el arte. Y, a medida que pasa el tiempo, nuevas generaciones de artistas utilizan sus innovaciones cada vez más avanzadas para diferentes resultados expresivos.